viernes, 12 de octubre de 2007

Cómo sobrevivir a IKEA

En la ciudad donde ahora vivo, el gigante sueco del mueble y complementos del hogar, abre tienda a final de mes. No es que estén faltos precisamente de publicidad gratuita pero en los últimos días han sido portada de varios de los diarios locales -varias veces- y las radios y televisiones de aquí están en un tris de inaugurar una sección fija de información sobre ellos.

En todo ese alboroto no dejan de oírse aquí y allá tímidas voces de resignada protesta de los comerciantes de siempre del ramo, aderezada en ocasiones con apocalípticos augurios.

Creo -respecto de estos últimos- que se equivocan totalmente y que, sin ningún genero de dudas, sobre todo a medio plazo, la llegada de Ikea será lo mejor que les haya pasado en mucho tiempo.

Ahora bien, para sacar partido a esa ‘marea nórdica’ sería muy conveniente que siguieran, si no todas, algunas de las siguientes recomendaciones:

- No pretendan imitar a Ikea, jugar contra ellos en su mismo terreno y con sus mismas armas es una estrategia abocada al fracaso.

- Muy al contrario lo aconsejable es explotar lo que les diferencia de Ikea, (como que le llevan los muebles a casa, se los montan y ¡hasta se llevan los viejos!).

- Ikea va a atraer a la ciudad, -con idea de gastar dinero en muebles y complementos del hogar- a mucha, mucha gente, que antes jamás se habría planteado pasar por aquí para esos menesteres. Es necesario que me crean: Ikea tiene prácticamente de todo y para todos pero aun así muchos no encontrarán todo lo que vinieron a comprar. Hay que atraerlos a las tiendas de siempre, ¿cómo? pues por ejemplo:

- Con vallas publicitarias en las rutas de llegada y salida de Ikea

- En la medida en que la disposición de espacio comercial lo permita, colocando las tiendas cerca del gigante, (o en el camino).

- Realizando campañas de publicidad conjunta, no ya solo en la ciudad sino también en las ciudades y pueblos de donde toda esa gente viene.

- Ofreciendo descuentos al que se presente con un ticket de haber hecho una compra ese mismo día en Ikea… (y cualquier otro ‘disparate’ de esta índole)

Ikea, como muchas otras grandes superficies, -y si no que le pregunten a todos los comercios que ‘florecen’ alrededor de un Corte Inglés,- es al mismo tiempo una terrible amenaza y una gran oportunidad. El que realmente se le saque partido a lo segundo depende sobre todo de que se adopte la estrategia de marketing adecuada.

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